Multan a cubano por llevar sirope
Cuba – “Yo estaba a unos 300 metros de mi casa cuando la patrulla número 293, un auto Lada de color blanco, me paró porque cargaba en mi bicicleta el bidón de sirope que había comprado en la fábrica de refresco conocida por ‘La Cocacola’”, dice Pedro Luís Tejeda Herrera, quien fue conducido a la 5ta Estación de la policía, en Santa Clara, el pasado 29 de agosto, por tener en su poder 20 litros de sirope.
Los uniformados ocuparon el carnet de identidad a Pedro Luís e hicieron que este condujera su bicicleta unos cuatro kilómetros hasta el recinto policial.
“Los dos patrulleros me entregaron al carpeta de turno, quien me pasó para el patio interior del recinto. Allí me tuvieron sentado como una hora hasta que me llamaron y dijeron que me iban a decomisar el sirope y ponerme una multa de 250 pesos por acaparamiento ilícito”, cuenta Pedro Luís
El sirope era para su familia, en especial para la merienda escolar de sus hijos. Pedro Luís Tejeda Herrera vive con ellos y su esposa en Callejón del Saldo, del reparto Brisas del Oeste, en la ciudad de Santa Clara. El hombre, que trabaja como agente de seguridad y protección, insistió una y otra vez en que aquel extracto lo había adquirido de forma legal.
“El policía se fue, y cuando regresó me dijo: vamos a dejar que te lleves el sirope pero como la patrulla te trajo tenemos que ponerte una multa de 20 pesos”, agrega Pedro Luís. “Yo no estaba de acuerdo pero al final accedí, porque lo único que quería era salir de aquel mal momento.”
“Aquí los delincuentes están acabando en los ojos de los policías y estos se hacen los de la vista gorda, solo arremeten contra las personas que trabajan y viven honestamente, mira que injusticia con mi esposo”, se queja Marbelis, esposa de Pedro Luís
La autoridad le aplicó el Decreto 141, Artículo 4, Inciso CH, que se aplica cuando el detenido reconoce que la mercancía ocupada se está vendiendo o se detecta en el acto de venta y por lo general se procede al decomiso y aplica la multa, según explicó a este reportero un policía que, por cuestiones lógicas, solicitó el anonimato.
Los uniformados ocuparon el carnet de identidad a Pedro Luís e hicieron que este condujera su bicicleta unos cuatro kilómetros hasta el recinto policial.
“Los dos patrulleros me entregaron al carpeta de turno, quien me pasó para el patio interior del recinto. Allí me tuvieron sentado como una hora hasta que me llamaron y dijeron que me iban a decomisar el sirope y ponerme una multa de 250 pesos por acaparamiento ilícito”, cuenta Pedro Luís
El sirope era para su familia, en especial para la merienda escolar de sus hijos. Pedro Luís Tejeda Herrera vive con ellos y su esposa en Callejón del Saldo, del reparto Brisas del Oeste, en la ciudad de Santa Clara. El hombre, que trabaja como agente de seguridad y protección, insistió una y otra vez en que aquel extracto lo había adquirido de forma legal.
“El policía se fue, y cuando regresó me dijo: vamos a dejar que te lleves el sirope pero como la patrulla te trajo tenemos que ponerte una multa de 20 pesos”, agrega Pedro Luís. “Yo no estaba de acuerdo pero al final accedí, porque lo único que quería era salir de aquel mal momento.”
La autoridad le aplicó el Decreto 141, Artículo 4, Inciso CH, que se aplica cuando el detenido reconoce que la mercancía ocupada se está vendiendo o se detecta en el acto de venta y por lo general se procede al decomiso y aplica la multa, según explicó a este reportero un policía que, por cuestiones lógicas, solicitó el anonimato.