La explicación de esta situación, para muchos contradictoria, tiene que ver con los genes, concluyó un grupo de expertos luego de analizar la información médica y genética de más de 50.000 personas.
Según evidenciaron, hay mutaciones genéticas favorables en el ADN de algunas personas que mejoran el funcionamiento pulmonar y disminuyen el impacto del tabaco y el riesgo de desarrollar EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica).
Así, la investigación liderada por el Consejo de Investigación Médica británico (Medical Research Council) concluyó que los fumadores con “buenos genes” tienen menos probabilidad de desarrollar esta enfermedad que los que tienen “malos genes”.
De acuerdo con Martin Tobin, uno de los científicos del estudio, “los genes parecen afectar la manera en que crecen los pulmones y cómo estos reaccionan ante una lesión”, cita el mismo medio.
A pesar de las conclusiones halladas, los expertos insisten en que no fumar o dejar de fumar será siempre la mejor opción, independientemente de cómo sean nuestros genes. Los resultados del estudio, publicados en la revista especializada Lancet Respiratory Medicine, suponen un avance para el desarrollo de nuevos medicamentos que ayuden a mejorar el funcionamiento de los pulmones, dijeron los investigadores.
